Las terapias naturales y técnicas alternativas, están orientadas a mejorar la salud y el bienestar físico y emocional. No están catalogadas dentro de la medicina convencional occidental. El uso de algunas de estas prácticas, con el tiempo, se ha ido extendiendo e incrementando, siendo incluso aplicadas y recomendadas en Hospitales como métodos con demostrada eficacia, pasando a ser catalogados como terapias y técnicas complementarias.
En algunos paises, estas terapias y técnicas alternativas naturales, están incluidas dentro del catálogo de servicios contemplado por la Seguridad Pública de Salud. De la misma manera, se están incorporando algunas de estas terapias y técnicas (como por ejemplo, la osteopatía, la acupuntura, la medicina integrativa, etc.), en titulaciones oficiales impartidas por Universidades e Instituciones educativas de reconocido prestigio.
Más que nunca, las Terapias Alternativas se están extendiendo principalmente, como un método para aliviar molestias físicas y de desarrollo y crecimiento interior. Estamos viviendo un tiempo en el que el ser humano se encuentra dividido entre sus esquemas mentales y sus necesidades emocionales. Nuestras emociones y experiencias, marcan el ritmo del malestar en nuestro cuerpo físico, siendo el soporte a través del cual se expresan los desequilibrios y bloqueos. Para cuidar nuestro cuerpo, necesitamos primero cuidar nuestra mente, controlar nuestros sentimientos y emociones y observar nuestros pensamientos.
Una de las técnicas que está teniendo más auge es la técnica Reiki. Entre sus resultados se encuentra la estimulación del propio sistema natural de sanación del organismo, lo que favorece la vitalidad y restablece el equilibrio energético a todos los niveles.
“El cuerpo está constantemente intentando equilibrar sus sistemas. En gran parte, las mayoría de los bloqueos energéticos son emocionales, cuya repercusión se manifiesta físicamente”.
Cualquier técnica energética puede ayudar a acelerar el proceso de curación de la medicina tradicional: cirugías, accidentes, traumas y enfermedades. También ayuda a disminuir los efectos secundarios de algunos tratamientos médicos como quimioterapia o radioterapia.
A medida que nuestro crecimiento personal y espiritual se complementa, el descubrimiento del sí mismo, de nuestro Yo más íntimo, se hace cada día más esencial para encontrar el sentido a nuestra existencia y comprender mejor nuestro propósito en la vida.
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